En el año 1997 se comenzó un proyecto interinstitucional para la atención de niños y adolescentes en situación de calle, con un trabajo en etapas que iban desde la acción de operadores de calle, presencia en centro de día, experiencia de integración social y educativa en casa de contención y capacitación e inserción laboral. Se trabajó con una pedagogía de la presencia significativa y desarrollo de vínculos sanos y estables, desarrollando las capacidades resilientes de los beneficiarios.
Los resultados del proyecto fueron óptimos y un porcentaje elevado de los beneficiarios lograron construir su propio proyecto de vida.
A partir de ese momento se detectó la presencia de nuevos niños y adolescentes que comenzaban a deambular en las calles de la ciudad, sin los daños causados por consumo de pegamentos y drogas, del primer grupo, pero con posibilidades reales de repetir la historia. Frente a esta nueva situación el proyecto comenzó a readecuarse a la realidad enfocando su acción más en el aspecto preventivo, de integración en el sistema educativo formal, de apoyo a las familias y de contención a los niños y adolescentes en centro de día.
Los resultados del proyecto fueron óptimos y un porcentaje elevado de los beneficiarios lograron construir su propio proyecto de vida.
A partir de ese momento se detectó la presencia de nuevos niños y adolescentes que comenzaban a deambular en las calles de la ciudad, sin los daños causados por consumo de pegamentos y drogas, del primer grupo, pero con posibilidades reales de repetir la historia. Frente a esta nueva situación el proyecto comenzó a readecuarse a la realidad enfocando su acción más en el aspecto preventivo, de integración en el sistema educativo formal, de apoyo a las familias y de contención a los niños y adolescentes en centro de día.
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